Lo que antes era sólo el mercado de una, ahora está inundado de otras opciones para los inversores en criptodivisas. La llegada de monedas meme que parecen crear millonarios de la noche a la mañana hace que sea fácil creer que las inversiones en criptomonedas son sólo para el corto plazo. Sin embargo, a pesar de lo abarrotado del campo, hay una criptodivisa que los inversores nunca deberían vender: Ethereum.
Al igual que Bitcoin, Ethereum es una criptomoneda que ha cambiado la forma de pensar en las finanzas en la era digital, pero por razones diferentes. Ethereum es único respecto a Bitcoin en muchos aspectos. Pero uno en particular está detrás de la que quizá sea la mayor innovación que ha surgido de las tecnologías de cadenas de bloques y criptomonedas: las finanzas descentralizadas, más conocidas como DeFi.
La nueva era de las finanzas
El mundo financiero tradicional se apoya en autoridades centralizadas como bancos, notarios, corredores, bolsas y otros intermediarios para gestionar y procesar los servicios financieros. Los procesos financieros tradicionales, como la solicitud de un préstamo o la compra de una acción, requieren algún tipo de intermediario para realizar la transacción.
Pero gracias a Ethereum y a su innovadora tecnología de contratos inteligentes, estos procesos financieros tradicionales son cada vez más obsoletos. Los contratos inteligentes son la columna vertebral de DeFi y son los que hacen que Ethereum sea tan único. Antes de su creación en 2014, ninguna otra criptomoneda tenía capacidades de contrato inteligente. La creación de contratos inteligentes permite a los desarrolladores de blockchain personalizar las condiciones y criterios para realizar determinadas acciones.
Por ejemplo, los contratos inteligentes podrían supervisar los contratos de préstamo y liberar la garantía tras el reembolso completo. Dado que los contratos inteligentes pueden integrarse con otros datos, también podrían regular las pólizas de seguro contra la sequía agrícola pagando automáticamente los fondos en caso de que se produzcan las cantidades de lluvia acordadas.
Además de su personalización y potencial aparentemente infinitos, los contratos inteligentes y DeFi podrían alterar por completo lo que consideramos el papel de las instituciones tradicionales en el mundo financiero.
Uno de los aspectos más atractivos de DeFi es su carácter inclusivo. Si quieres utilizar un producto financiero DeFi, lo único que necesitas es una conexión a Internet. No hay oficinas de crédito, ni intermediarios, ni agentes de crédito. Siempre que se configure un monedero de criptomonedas, los usuarios pueden comerciar y mover activos en cualquier momento y lugar.
Además, todas las transacciones se realizan en tiempo real y son completamente transparentes. No es necesario que los bancos o los intermediarios procesen las transacciones, ya que éstas se producen casi instantáneamente en la cadena de bloques. La otra ventaja de la cadena de bloques es que, una vez que se añade una transacción, cualquier persona con conexión a Internet puede ver la actividad en la red. Además, se elimina cualquier posibilidad de manipulación o malversación debido al alto nivel de seguridad de la cadena de bloques.
Posiblemente, la mayor ventaja de DeFi es que está en constante evolución. Las aplicaciones y proyectos construidos en Ethereum son todos de código abierto. Esto significa que los desarrolladores pueden integrar múltiples aplicaciones DeFi para crear productos financieros que satisfagan las nuevas demandas de los usuarios a medida que vayan surgiendo.
Ventaja de ser el primero en actuar
Como Ethereum fue la primera blockchain en tener la funcionalidad de contrato inteligente, tiene la mayor parte de la cuota de mercado del sector DeFi. A pesar de que nuevos competidores como Tron, Binance Coin y Avalanche están entrando para captar parte del mercado, se enfrentan a una ardua batalla, ya que el dominio de Ethereum en la economía DeFi es increíblemente desproporcionado.
Podemos observar una estadística llamada Valor Total Bloqueado (TVL) para comparar el valor colectivo del ecosistema DeFi de una blockchain. Piénsalo como la capitalización bursátil de una empresa.
De los 62.500 millones de dólares invertidos en DeFi en este momento, casi 36.000 millones están en la blockchain de Ethereum. El competidor más cercano es Tron, y esa blockchain sólo soporta unos 9.000 millones de dólares de valor. Esto está lejos de ser el caso.
El valor potencial a largo plazo que presenta DeFi debe ser ponderado por los inversores, especialmente teniendo en cuenta que aún está en sus inicios. Los que son optimistas sobre la capacidad de DeFi para superar a las finanzas tradicionales deberían contar con que Ethereum seguirá dominando en el futuro inmediato.
Ver Ocultar el resumen