Una familia italiana sospechosa de evasión fiscal enterró un tesoro en su patio trasero. Nada menos que 8 millones de euros. Los billetes de 50 y 100 euros se introdujeron en bolsas de plástico colocadas en varios barriles y cubos, y luego se ocultaron bajo tierra.
Miles de billetes de 50 y 100 euros colocados en bolsas, barriles, cubos y luego escondidos bajo tierra por los propietarios de los terrenos: marido y mujer que, según los investigadores, movían los hilos de una organización dedicada a la evasión sistemática de impuestos.
Un maxifraude descubierto al final de una larguísima investigación: en el fondo se trataba de miles de facturas falsas, por valor de más de 500 millones de euros, presuntamente emitidas a partir de 2018 en el marco de actividades dedicadas al comercio de material férrico.
Tesoro en un barril
La primera parte del robo salió a la luz hace unos días, cuando los Carabinieri y la policía financiera empezaron a excavar en el prado que rodea la finca propiedad de Giuliano Rossini y su esposa Silvia Fornari. Los investigadores creen que parte del dinero fue traído a Italia por los «spalloni» desde cuentas corrientes abiertas en el extranjero en Rumanía, Croacia, Bulgaria e incluso China.
Una montaña de dinero que para la fiscal adjunta Claudia Passalacqua, responsable de la investigación, que cuenta con hasta 77 sospechosos, constituye la principal y más abrumadora prueba, sobre todo para el matrimonio considerado, junto con su hijo 22 Emanuele Rossini y su tía materna Marta Fornari, en la cúspide de la organización.
El matrimonio, según el Giornale di Brescia, habría huido al extranjero a la primera señal de problemas: en el verano de 2020, cuando un empresario les informó de las auditorías fiscales a las que estaba sometida su empresa. Lo que impulsó a la pareja a abandonar Italia fue, sobre todo, la incautación de 153.000 euros en metálico encontrados en el coche de Marco Pesenti, uno de los 22 detenidos en la maxi operación.
Fuente: Giornaledibrescia