
Una nueva muerte sospechosa entre los cercanos a Putin. Pavel Pchelnikov, de 52 años, que era director de Digital Logistics, una filial de los Ferrocarriles Rusos, fue encontrado con un disparo en el balcón de su casa de Moscú.
Esta es la última de una serie de muertes similares de altos ejecutivos rusos. Al parecer, Pchelnikov se suicidó con un arma de fuego, aunque hace unos días había publicado una serie de fotos en las que parecía disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Ahora se está llevando a cabo una investigación oficial para determinar la causa de la muerte del empresario.
Otros altos cargos rusos mueren en circunstancias sospechosas
El 1 de septiembre, el magnate del petróleo Ravil Maganov, de 67 años, cayó al vacío desde la ventana de un sexto piso de un hospital de Moscú.
Según un informe, el presidente de Lukoil, la segunda empresa petrolera de Rusia, fue «golpeado» antes de ser «arrojado por la ventana», detalles que hasta ahora no han sido confirmados oficialmente.
Su repentina muerte se produce después de que la empresa Lukoil que dirigía manifestara su oposición a la guerra en Ucrania.
En julio, Yuri Voronov, de 61 años, jefe de una empresa de transporte y logística de una compañía que hace negocios con Gazprom, fue encontrado muerto en su piscina, y un destacado amigo y destacado criminólogo advirtió que se trataba de un acto criminal.
Otros dos ejecutivos vinculados a Gazprom fueron encontrados muertos en sus lujosas casas cerca de San Petersburgo, en medio de las sospechas de que los aparentes suicidios podrían haber sido en realidad asesinatos, escribe el Mirror.