
El director general del gigante petrolero estatal saudí Aramco, Amin Nasser, declaró el martes que los planes europeos de limitar la factura energética de los consumidores y gravar a las empresas energéticas no son soluciones a largo plazo ni ayudan a resolver la crisis energética mundial.
Según él, la crisis actual también se debe en gran medida a la falta de inversión en hidrocarburos.
«Congelar los precios o limitar la factura energética puede ayudar a los consumidores a corto plazo, pero no aborda las verdaderas causas y no es la solución a largo plazo. Gravar a las empresas (energéticas) cuando se quiere que aumenten la producción no sirve de nada, obviamente», dijo Amin Nasser en un foro en Suiza.
Los gobiernos europeos han invertido cientos de miles de millones de euros en recortes fiscales y subvenciones para atemperar la crisis energética. La crisis ha provocado un rápido aumento de la inflación y ha obligado a la industria europea a recortar la producción y subir los precios de los productos, según Reuters.
Según los planes de la UE anunciados la semana pasada, el exceso de beneficios de las empresas energéticas se gravará y redistribuirá para reducir la carga de los consumidores.
El jefe de Aramco: Aunque la guerra en Ucrania se detuviera hoy, la crisis energética no terminaría
El martes, Nasser, que dirige Aramco, el mayor exportador de petróleo del mundo, dijo que la inversión en hidrocarburos sigue siendo escasa en un momento en que todavía no se dispone de alternativas a los combustibles fósiles, una de las razones más importantes de la actual crisis energética.
«El conflicto en Ucrania ha intensificado sin duda los efectos de la crisis energética, pero no es la causa principal. Lamentablemente, aunque la guerra se detuviera hoy, como todos deseamos, la crisis no terminaría», dijo.
Aramco ha invertido para aumentar la capacidad de producción de Arabia Saudí hasta los 13 millones de barriles diarios en 2027, pero Nasser advirtió que la inversión global en hidrocarburos sigue siendo «demasiado escasa, demasiado tardía y demasiado a corto plazo».
«Cuando la economía mundial se recupere, podemos esperar que la demanda aumente, eliminando el poco excedente de producción y las pocas reservas, por eso estoy muy preocupado», añadió.
Nasser dijo que la crisis actual no significa que los objetivos climáticos deban cambiar, sino que el mundo necesita un plan de transición energética más viable.