El gobierno italiano tiene previsto supervisar la posible venta de una refinería propiedad del grupo ruso LukOil en Sicilia para evitar la pérdida de puestos de trabajo y de una producción muy necesaria para Italia.
El anuncio lo hizo el domingo el ministro italiano de Industria, Aldo Urso.
La refinería ISAB representa alrededor del 20% de la capacidad de refinado de Italia y da trabajo a 1.000 personas en una de las regiones más pobres de Italia, señala Reuters.
LukOil ha estado en conversaciones con la plataforma de inversión estadounidense Crossbridge Energy Partners para vender ISAB, en un movimiento que habría ayudado a evitar el cierre de la refinería debido a un posible embargo del petróleo ruso.
Sin embargo, el grupo ruso rechazó la oferta de Crossbridge, según informó el viernes el Financial Times, presionando al gobierno para que encuentre soluciones que eviten la quiebra de la refinería a partir del 5 de diciembre, fecha en que entra en vigor el embargo contra el petróleo ruso.
El domingo, Urso dijo que esperaba que Lukoil continuara sus actividades en Sicilia o, si lo deseaba, vendiera su negocio a un inversor italiano o extranjero.
«En este caso, debido a que en este sector existen los llamados ‘poderes dorados’ (destinados a proteger a las empresas de importancia estratégica, nota del editor), cualquier posible transferencia de propiedad está condicionada a lo que consideramos fundamental, en primer lugar la continuidad de la producción y el nivel de los empleados», dijo Urso.
Italia tomará nuevas medidas para proteger la industria
Urso dijo recientemente que el gobierno de la Primera Ministra Giorgia Meloni seguirá utilizando estas normas para defender el interés nacional del país.
Una fuente cercana a las negociaciones dijo a Reuters que otros posibles compradores están interesados en hacerse con ISAB, como el grupo energético noruego Equinor. La empresa noruega no ha comentado hasta ahora esta información.
El mes pasado, las autoridades italianas ofrecieron a Lukoil una carta de garantía para ayudar a la refinería ISAB a obtener financiación para comprar petróleo fuera de Rusia, pero los prestamistas aún no han liberado los fondos tan necesarios.