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A pesar de COVID-19, los casos de paludismo y las muertes por esta enfermedad se mantuvieron estables en 2021: OMS

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Nuevos datos publicados hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que los países de todo el mundo mantuvieron en gran medida la línea contra nuevos retrocesos en los servicios de prevención, pruebas y tratamiento del paludismo en 2021.

Según el Informe Mundial sobre el Paludismo de este año, se calcula que en 2021 se producirán 619.000 muertes por paludismo en todo el mundo, frente a las 625.000 del primer año de la pandemia. En 2019, antes de que estallara la pandemia, el número de muertes ascendía a 568.000.

Los casos de paludismo siguieron aumentando entre 2020 y 2021, pero a un ritmo más lento que en el periodo comprendido entre 2019 y 2020. El recuento mundial de casos de paludismo alcanzó los 247 millones en 2021, frente a los 245 millones de 2020 y los 232 millones de 2019. La Región de Asia Sudoriental de la OMS tuvo nueve países endémicos de paludismo en 2021, que representaron 5,4 millones de casos y contribuyeron en un 2% a la carga de casos de paludismo a nivel mundial. En 2021, India representaba alrededor del 79% de todos los casos de paludismo.

Siete de los nueve países endémicos de la región del Sudeste Asiático -Bangladesh, Bután, la República Popular Democrática de Corea, India, Nepal, Tailandia y Timor-Leste- redujeron la incidencia de casos de malaria en más de un 40% en 2021 en comparación con 2015, y Timor-Leste notificó cero casos de malaria en 2021. Sin embargo, entre 2020 y 2021, se produjo un aumento de cuatro lakh de casos en esta región y más de la mitad de estos casos se produjeron en Myanmar. También se observó un aumento de los casos y la incidencia en Bangladesh, la República Popular Democrática de Corea, India e Indonesia.

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Mientras tanto, los mosquiteros tratados con insecticida son la principal herramienta de control de vectores utilizada en la mayoría de los países donde la malaria es endémica y, en 2020, los países distribuyeron más mosquiteros tratados con insecticida que en ningún otro año registrado.

En 2021, las distribuciones de MTI se situaron en niveles similares a los de los años prepandémicos, con 128 millones distribuidos. Sin embargo, India se encontraba entre los siete países (Botsuana, República Centroafricana, Chad, Haití, Pakistán y Sierra Leona) que no distribuyeron ningún MTI, según un nuevo Informe Mundial sobre la Malaria que se ha publicado hoy. Los expertos afirman que la distribución de MTI ha sido difícil para la mayoría de los países debido a la enorme propagación de Covid, que afectó gravemente a los programas de control de enfermedades infecciosas.

Según el informe, la disminución de la eficacia de las principales herramientas de control del paludismo, sobre todo los mosquiteros tratados con insecticida, impide seguir avanzando en la lucha contra esta enfermedad. Entre las amenazas que se ciernen sobre esta herramienta de prevención clave se encuentran la resistencia a los insecticidas, el acceso insuficiente, la pérdida de los mosquiteros tratados con insecticida debido a que el estrés del uso cotidiano supera al de su sustitución, y el cambio de comportamiento de los mosquitos, que parecen picar temprano, antes de que la gente se acueste, y descansar al aire libre, eludiendo así la exposición a los insecticidas, según el informe.

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También están aumentando otros riesgos, como las mutaciones del parásito que afectan al rendimiento de las pruebas de diagnóstico rápido; la creciente resistencia del parásito a los fármacos utilizados para tratar la malaria; y la invasión en África de un mosquito adaptado a las ciudades que es resistente a muchos de los insecticidas utilizados hoy en día. Las perturbaciones provocadas por la pandemia y las crisis humanitarias convergentes, los problemas de los sistemas sanitarios, la financiación restringida, el aumento de las amenazas biológicas y la disminución de la eficacia de las principales herramientas de lucha contra la enfermedad amenazan la respuesta mundial a la malaria.

Como aspecto positivo, según el informe, una sólida línea de investigación y desarrollo está preparada para traer una nueva generación de herramientas de control de la malaria que podrían ayudar a acelerar el progreso hacia los objetivos globales. Entre las principales oportunidades se encuentran las mosquiteras de larga duración con nuevas combinaciones de insecticidas y otras innovaciones en el control de vectores, como cebos específicos que atraen a los mosquitos, repelentes espaciales e ingeniería genética de mosquitos.

También se están desarrollando nuevas pruebas de diagnóstico, así como medicamentos de nueva generación para responder a la resistencia a los fármacos antipalúdicos. Según el informe, los países donde la malaria es endémica deben seguir reforzando sus sistemas de salud, aplicando un enfoque de atención primaria, para garantizar el acceso a servicios e intervenciones de calidad a todos los que los necesiten.