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Cómo prevenir las almorranas cuidando el estreñimiento

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Cómo prevenir las almorranas cuidando el estreñimiento

El estreñimiento es uno de los problemas de salud más comunes en todo el mundo. Los estudios han demostrado que el 22% de la población india se queja de estreñimiento y que el 13% padece estreñimiento grave, siendo los habitantes de las zonas metropolitanas los más afectados. Si este problema persiste durante mucho tiempo, el aumento de la presión en la parte inferior del recto durante las deposiciones puede provocar la inflamación de las venas. Se trata de las llamadas hemorroides o almorranas, que pueden causar un dolor extremo.

El movimiento intestinal ideal para prevenir las almorranas

Las evacuaciones varían de una persona a otra. Normalmente, consideramos que menos de tres evacuaciones a la semana son estreñimiento. Una persona estreñida también puede tener heces secas y duras, evacuaciones dolorosas, dificultad para evacuar, sensación de hinchazón y náuseas, calambres de estómago, pérdida de apetito, infecciones recurrentes y puede tener una sensación de vaciado incompleto después de una evacuación. La frecuencia normal puede ser de tres evacuaciones a la semana a tres al día y uno se siente fresco sin necesidad de volver a ir al baño.

El acto de la evacuación es un fenómeno fisiológico complejo y de múltiples pasos. La presencia de heces en el recto es reconocida por los receptores sensoriales de la zona, que envían impulsos al cerebro. El cerebro responde enviando impulsos al intestino grueso para que empiece a contraerse e impulse las heces hacia el recto. Al mismo tiempo, la persona contrae sus músculos abdominales para aumentar la presión abdominal y los músculos que rodean el canal anal (esfínteres) se relajan. Esto hace que las heces salgan por el ano. El mal funcionamiento de cualquiera de estos pasos conduce a una evacuación desordenada.

¿Qué causa el estreñimiento?

La sensación de volver a ir al baño después de un acto de evacuación se considera anormal. Esto se debe a que las heces residuales en el recto envían impulsos al cerebro de que la persona debe evacuar. Hay muchos factores que rigen nuestros hábitos de ir al baño. Algunas de las causas más comunes del estreñimiento son la edad avanzada que lleva a restringir las actividades, la ingesta inadecuada de alimentos sólidos debido a la falta de dientes, la pérdida de apetito, etc.

Comorbilidades médicas como la diabetes, las enfermedades hepáticas y renales, problemas hormonales como la menopausia (niveles bajos de hormonas femeninas y debilitamiento de la musculatura pélvica), el hipotiroidismo, el embarazo, la dieta baja en fibra, la ocupación sedentaria y la falta de ejercicios, la deshidratación (ya que el clima de nuestro país es mayoritariamente caluroso y, por lo tanto, sudamos mucho, lo que provoca heces duras y desecadas), medicamentos como los tónicos de hierro, los medicamentos para la tensión arterial, los medicamentos para tratar dolencias psiquiátricas, los analgésicos, los antiácidos y los medicamentos para la alergia son algunos de los factores que pueden provocar estreñimiento.

¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

El Síndrome del Intestino Irritable (SII), una condición en la que la motilidad del intestino es lenta, es también otro factor aparte del abuso de laxantes. El uso prolongado de laxantes, especialmente los de hierbas que se pueden adquirir fácilmente sin receta, es perjudicial. Provocan atonía colónica (agotamiento de los músculos del intestino, lo que hace que las heces no avancen hacia el recto). También provocan una pigmentación del interior del colon (Melanois coli) que puede interferir con la colonoscopia. Esto puede ser reversible, pero lleva mucho tiempo.

Qué es la corrección quirúrgica

La diverticulosis (adelgazamiento de la pared intestinal relacionado con la edad) o las enfermedades neurológicas también pueden provocar estreñimiento y algunas de estas afecciones pueden requerir una intervención quirúrgica para corregirlas. Entre ellas se encuentran la parálisis, la apoplejía, el Alzheimer, el Parkinson, la distrofia muscular, las afecciones anorrectales como las fisuras, las hemorroides (quizás sean los efectos más que la causa), el estrechamiento del paso (estenosis), el prolapso rectal y el síndrome de obstrucción de la defecación (SOD).

Qué de los tumores y el cáncer

Los tumores y cánceres de colon son menos frecuentes pero se encuentran entre las causas graves de estreñimiento. Por ello, cualquier cambio reciente en los movimientos intestinales exige una consulta rápida con el especialista. Una historia clínica adecuada y un examen clínico por parte de un gastroenterólogo/cirujano gastro es esencial. Pueden ser necesarias investigaciones apropiadas como análisis de sangre, colonoscopia, radiografías de bario y TAC/IRM. Las situaciones especiales pueden requerir algunas pruebas más elaboradas como la defecografía y los estudios de tránsito.

Tratamiento y corrección del estilo de vida

El tratamiento depende de la causa del estreñimiento. La mayoría de los casos de estreñimiento pueden corregirse con medidas muy sencillas. Los cambios en el estilo de vida ayudan mucho a corregir el estreñimiento. Los alimentos ricos en fibra, como los panes integrales, los cereales, las legumbres, las verduras, las ensaladas y las frutas, deben incluirse en la dieta diaria de forma regular. Nuestro cuerpo suele necesitar 30 gramos de fibra al día. Es igualmente importante reducir los hidratos de carbono, la carne, los huevos y los productos lácteos (cuidado, los que tienen intolerancia a la lactosa pueden tener diarrea con la leche y los productos lácteos). Beber al menos de 2,5 a 3 litros de líquidos al día evita la deshidratación. Evite el consumo excesivo de café, productos con cafeína y refrescos.

Los hábitos intestinales regulares contribuyen en gran medida a disciplinar el ritmo corporal. Es muy importante acudir puntualmente al baño. Evite leer periódicos, libros y atender a los chats de WhatsApp del móvil en el retrete, ya que los impulsos necesarios para iniciar el acto de evacuación disminuyen. Los ejercicios regulares, como las caminatas rápidas, son muy útiles para quienes llevan una vida sedentaria. Beber un vaso de agua caliente con miel (para los no diabéticos) o agua con limón al levantarse por la mañana ayuda a estimular el intestino e iniciar el acto de evacuación. Llevar un diario de alimentos ayuda a identificar si algún alimento en particular está causando estreñimiento. Las modificaciones en los medicamentos o la interrupción de los que causan estreñimiento son útiles en aquellos que están medicados. Se pueden utilizar remedios caseros o medicamentos de venta libre durante unos días o semanas.

Qué laxante elegir

Hay muchos tipos de laxantes disponibles en la farmacia: osmóticos, de volumen, estimulantes y ablandadores de heces. Las dosis dependen de las necesidades, del tipo y del paciente. Hay que hacer hincapié en utilizarlos durante el menor tiempo posible y confiar más en las modificaciones del estilo de vida. Hay que utilizarlos según el estado de salud y tras consultar al médico. A pesar de estas medidas, si el estreñimiento persiste, hay que consultar a un especialista y realizar las investigaciones oportunas para descartar cualquier condición siniestra. El estreñimiento, si se descuida durante mucho tiempo, puede volverse crónico y entonces es difícil de tratar, al igual que el uso prolongado de laxantes.