Los bancos de Dinamarca han empezado a distribuir mantas para ayudar al personal a soportar las bajas temperaturas de las oficinas.
Esto ocurre después de que las autoridades danesas decidieran limitar la calefacción a 19 grados centígrados en las instituciones públicas para ahorrar energía, en medio de la crisis energética que sufre Europa.
Además, el gobierno del país nórdico también ha animado a las empresas privadas a seguir su ejemplo en medio de la preocupación por los apagones en invierno. Casi todos los grandes bancos daneses han seguido su ejemplo y han bajado la temperatura de los edificios que poseen, según una encuesta de FinansWatch, citada por Bloomberg.
El Arbejdernes Landsbank, sexto banco de Dinamarca, ya ha entregado a sus 1.800 empleados mantas para que puedan soportar mejor las bajas temperaturas de los edificios en los que trabajan, según explicó Peter Froulund, portavoz de la entidad financiera.
El quinto banco de Dinamarca, el Spar Nord Bank, pone a disposición de sus 1.600 empleados una reserva de mantas y abrigos gruesos, que ya ha distribuido entre sus sucursales y oficinas.
«Son artículos que normalmente distribuimos a los clientes, pero nuestros empleados pueden utilizarlos ahora si lo desean», dijo Neel Rosenberg, portavoz del banco.
Dinamarca adopta un paquete de ayudas en medio de la crisis energética
Los diputados daneses acordaron el viernes un paquete de ayuda económica por valor de 5.050 millones de coronas danesas (664 millones de dólares) para aliviar los problemas causados por el aumento de los precios de la energía, en contra de la advertencia del Banco Central.
Dinamarca, al igual que otros países europeos, se esfuerza por ayudar a los hogares y a las empresas a hacer frente al aumento de los precios de la energía, informa Reuters.
El paquete incluye una rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y ayudas en metálico para las familias con niños pequeños.
El Banco Central se ha mostrado en contra de reducir los precios de la energía mediante un recorte de los impuestos, ya que esto provocaría un nuevo aumento de los precios y desanimaría a la gente a ahorrar energía.