El gobierno estadounidense podría imponer nuevas medidas COVID-19 a los viajeros procedentes de China que lleguen a Estados Unidos, debido a su preocupación por la «falta de transparencia de los datos» procedentes de Pekín, según informaron funcionarios estadounidenses.
La decisión se produce después de que Japón, India y Malasia anunciaran en las últimas 24 horas normas más estrictas para los viajeros procedentes de China, citando un aumento de las infecciones en ese país.
Japón dijo que exigiría la presentación de una prueba COVID-19 negativa a la entrada a los viajeros procedentes de China. Malasia ha puesto en marcha medidas adicionales de seguimiento y vigilancia.
«Existe una creciente preocupación en la comunidad internacional por el aumento de los casos de COVID-19 en China y la falta de datos transparentes, incluidos los datos de la secuencia genómica viral», declararon las autoridades, citadas por Reuters.
Algunos hospitales y funerarias de China se han visto desbordados por la propagación incontrolada del virus en este país de 1.400 millones de habitantes.
Las estadísticas oficiales, sin embargo, mostraban sólo una muerte por COVID en los últimos siete días, lo que alimentó las dudas entre los expertos sanitarios y los residentes sobre los datos oficiales comunicados por el gobierno.
China anunció el lunes que dejará de exigir a los viajeros que lleguen al país que entren en cuarentena a partir del 8 de enero, en un importante paso hacia la relajación de las restricciones en sus fronteras, cerradas en gran medida desde 2020.
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Se ha descubierto en China una nueva «variante» del SRAS-CoV-2, mucho más contagiosa que Omicron. Cómo se llama y cuáles son los síntomas
Se ha descubierto en China una nueva «variante» del SRAS-CoV-2, denominada BF.7, que se ha hecho prevalente en Pekín desde principios de diciembre de 2022. De hecho, es una subvariante de la variante BA.5, la famosa variante Omicron.
BF.7 sería más contagioso que Omicron, según algunos expertos. El nivel de reproducción (RI) de esta subvariante se sitúa entre 10 y 18,6, mientras que la media de Omicron es de 5,08.
Así pues, una persona infectada con la subvariante BF.7 podría transmitir el nuevo coronavirus al menos a otras diez personas.
Sin embargo, según otros expertos, no es seguro que BF.7 sea más peligroso que Omicron. Señalan que tras una infección por BF.7 se producen los mismos síntomas que con una infección por Omicron, es decir, fiebre, tos, dolor de garganta, fatiga y secreción nasal.
Por el contrario, BF.7 tendría un periodo de incubación, es decir, el tiempo que transcurre desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas, más corto que Omicron y sería más capaz de evadir las defensas inmunitarias del organismo.
La subvariante BF.7 también está presente en Europa, con un 0,99% en Francia y un 12,5% en Alemania. En Estados Unidos, presenta una proporción del 1,5%.