El patriarca Kirill, jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, dijo que Ucrania estaba pagando por sus pecados ahora, especialmente en apoyo de los derechos de las personas LGBTQ y los desfiles gay en el país, informa Newsweek.com.
«Los desfiles del orgullo gay están diseñados para mostrar que el pecado es una variación del comportamiento humano», dijo Kirill durante un sermón dominical.
“Por eso, para entrar en el club de esos países, tienes que hacer un desfile del orgullo gay”. El líder de la iglesia describió los desfiles gay como «pruebas de lealtad» y dijo que los países que deseen aliarse con las potencias occidentales deberían aceptarlos.
Además, argumentó que las regiones separatistas de Ucrania en el centro del conflicto actual, conocidas colectivamente como Donbas, habían «rechazado fundamentalmente» tales valores.
“Ha habido intentos de destruir lo que está en el Donbas durante ocho años”, dijo Kirill, refiriéndose a la invasión de la zona por parte de Rusia en 2014. Los que reclaman el poder mundial. Sabemos que si las personas o los países rechazan estas demandas, no son parte de ese mundo, se vuelven extraños a él”.
Kirill finalmente calificó la invasión de Ucrania como un conflicto «mucho más importante que la política» e insinuó que abrazar los valores occidentales progresistas conduciría al fin de la civilización. Como informó The Moscow Times, la Iglesia Ortodoxa Rusa ha sido criticada en el pasado por parecer seguir el ritmo de los valores y objetivos del Kremlin y servir a la agenda política de Vladimir Putin.
«Si la humanidad acepta que el pecado no es una violación de la ley de Dios, si la humanidad acepta que el pecado es una variación del comportamiento humano, entonces la civilización humana terminará ahí», dijo.
El Vaticano ha condenado la invasión de Ucrania y los crímenes humanitarios cometidos por los rusos
Contrariamente a la posición de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Papa Francisco, el líder de la Iglesia Católica Romana, ha condenado explícitamente la invasión de Ucrania por parte de Rusia como una guerra.
“Ríos de sangre y lágrimas fluyen en Ucrania”, dijo el Papa el domingo mientras se dirigía a sus seguidores en la Plaza de San Pedro. «Esto no es solo una operación militar, sino una guerra que se parece a la muerte, la destrucción y la miseria».
Francisco también se refirió a Ucrania como un «país mártir» e instó a otras naciones a brindar ayuda humanitaria a su pueblo.