Los meteorólogos británicos han emitido el primer aviso rojo de «calor extremo» para algunas zonas de Inglaterra, válido para el lunes y el martes, cuando se prevé que las temperaturas alcancen máximos históricos, lo que desencadena un nivel de alerta de «emergencia nacional».
Gran parte de Europa se está «horneando» en una ola de calor que ha elevado las temperaturas medias a 40 grados centígrados en algunas regiones, con incendios forestales en Portugal, España, Francia y Croacia.
La temperatura más alta jamás registrada en el Reino Unido fue de 38,7 grados centígrados, que se registró en el Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge el 25 de julio de 2019. La Oficina Meteorológica dijo que ahora pronostica temperaturas de 40 C por primera vez en el Reino Unido.
«Es posible que a principios de la próxima semana se produzcan temperaturas excepcionales, posiblemente récord», dijo el meteorólogo jefe de la Oficina Meteorológica, Paul Gundersen, quien predijo que hay un 50% de probabilidades de que las temperaturas superen los 40C y un 80% de probabilidades de que se produzca un nuevo máximo.
«Es probable que las noches sean extraordinariamente cálidas, especialmente en las zonas urbanas», dijo en un comunicado. «Es probable que esto provoque un fuerte impacto sobre las personas y las infraestructuras», informa Reuters.
Alerta de grado 4 en el Reino Unido
Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha elevado el aviso de calor al nivel 4 para Inglaterra para el lunes y el martes.
En la página web de la Oficina Meteorológica, la alerta roja de nivel 4 se define como una emergencia nacional y se utiliza cuando una ola de calor «es tan grave y/o prolongada que sus efectos se extienden más allá del sistema de salud y asistencia social». A este nivel, la enfermedad y la muerte pueden producirse entre las personas sanas y en forma, no sólo en los grupos de alto riesgo».
La Oficina Meteorológica transmitió que se requerirán cambios «sustanciales» en las prácticas de trabajo y en las rutinas diarias y que existe un alto riesgo de que fallen los sistemas y equipos sensibles al calor, lo que podría provocar la pérdida localizada de los servicios de electricidad, agua o telefonía móvil.
«Es más difícil hacer frente a este tipo de temperaturas en el Reino Unido porque, sencillamente, no estamos acostumbrados a ellas», dijo a Reuters Hannah Cloke, experta en clima de la Universidad de Reading, en alusión al clima generalmente templado y húmedo del país.
«Se trata de esa experiencia vivida del calor y no tenemos casas diseñadas para mantenerse frescas, no tenemos aire acondicionado y nuestra infraestructura no está construida para el calor en absoluto», añadió la fuente citada.