
Un hombre sorprendió a una banda de ladrones rumanos en un metro de París, los filmó y los publicó en Twitter. Enfurecidos, los hombres se abalanzaron sobre él sin que nadie interviniera. Las imágenes fueron tomadas en el metro de París, donde aparecen varios hombres que hablan rumano y se ponen agresivos cuando se dan cuenta de que los están filmando.
«¿Por qué nos graban? ¿Por qué? ¡Vamos, hombre! Pongámonos todos manos a la obra. ¡Vamos! ¡Que te den en la boca! ¡Que te den en la boca!» se puede oír cómo se movilizan y se instan a atacar a la víctima.
El hombre explicó inmediatamente lo que había sucedido. Se dice que los jóvenes de las fotos son carteristas que actúan a su antojo, día tras día, en el metro de París, sin que nadie tenga el valor de cambiar nada.
También culpa a los transeúntes por no intervenir para ayudarle.
«¿Has visto a los gitanos? ¡Son carteristas! ¡Están aquí todas las mañanas, y tú no haces nada! ¡No haces nada! Todas las mañanas están aquí y te roban cosas de los bolsillos. ¡Pero eres demasiado cobarde para hacer algo! Todo el mundo verá lo cobarde que eres. Los franceses son como ovejas. Los gitanos me golpearon y ninguno se movió». dijo el autor de la película.
Los rumanos, los ladrones con más talento
No es la primera vez que aparecen en el espacio público imágenes de bandas rumanas luchando en las grandes capitales occidentales.
Los carteristas rumanos han sido filmados en otras ocasiones en París, Londres y Barcelona. En otra ocasión, el año pasado estalló un enfrentamiento entre varios ciudadanos rumanos en el aeropuerto londinense de Luton, para que después estallara un gran escándalo que fue detenido por las autoridades.
Decenas de hombres, todos ciudadanos rumanos, se repartieron puñetazos y patadas mientras el aeropuerto resonaba con gritos.
En las imágenes filmadas por otro rumano se ven incluso manchas de sangre, prueba de la violencia que mostraron los asaltantes. Cuatro personas resultaron gravemente heridas y tres de ellas fueron trasladadas al hospital en estado grave,
La policía británica finalmente intervino con fuerza y calmó a los matones. Los británicos pidieron disculpas a los demás pasajeros por las escenas vividas en Luton y prometieron tolerancia cero.