Los funcionarios regionales de toda Rusia se apresuran a comprar parcelas de tumbas frescas a un ritmo «anormal», informó el lunes la publicación de investigación Mozhem Obyasnit.
El número de lugares de enterramiento adquiridos por los gobiernos locales supera con creces las cifras de años anteriores, según los registros de contratación pública.
El cambio repentino en la política podría estar relacionado con muertes no reportadas entre los soldados rusos que luchan en Ucrania, escribió Mozhem Obyasnit en Telegram. Las autoridades rusas suelen comprar tumbas solo para aquellos que han muerto sin familiares o para personas de grupos vulnerables cuyas familias no pueden pagar su entierro.
Los funcionarios de la región de Khabarovsk en el Lejano Oriente de Rusia han pedido a los contratistas que preparen alrededor de 700 sitios de entierro, en comparación con una orden similar de solo 120 tumbas cinco años antes.
Las autoridades de la región siberiana de Krasnoyarsk han ordenado que se caven 100 parcelas para fin de año, mientras que la ciudad de Kopeysk en los Urales y el noroeste de la República de Carelia han ordenado docenas más.
Rusia no reporta muertes desde marzo
El descubrimiento se produce días después de que Ucrania y Rusia intercambiaran los cuerpos de cientos de soldados muertos por primera vez desde el comienzo del conflicto el 24 de febrero.
El gobierno ruso anunció en marzo que 1.351 soldados habían muerto en la invasión de Ucrania, pero no ha publicado cifras oficiales desde entonces.
Mientras tanto, los datos de fuente abierta recopilados por la prensa independiente rusa han confirmado la muerte de más de 3.000 soldados rusos desde finales de mayo.
Ucrania dice que ha matado a más de 30.000 soldados rusos desde el comienzo de la guerra
Algunas de las regiones más pobres de Rusia, incluidas Buriatia, Daguestán y Chechenia, reportaron el mayor número de bajas, con más de 100 soldados muertos.
Otras estimaciones del número de muertos en Rusia van desde 15.000 por el Ministerio de Defensa británico hasta más de 30.000 bajas reportadas por funcionarios ucranianos.