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¿Ojos llorosos, odia la luz del sol? Su hijo podría padecer glaucoma

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¿Ojos llorosos, odia la luz del sol? Su hijo podría padecer glaucoma

La joven Rania Shetty es consciente de sus gruesas gafas, sobre todo porque se empañan con el constante lagrimeo de sus ojos, algo que no puede controlar. Además, esa pesadez constante detrás de los ojos le impide experimentar el mundo visual y la luz del sol, que le causan dolor. Como resultado, se ha convertido en una reclusa social. Padece glaucoma, o lo que es lo mismo, una enfermedad potencialmente cegadora, y está a la espera de su primera corrección quirúrgica.

El glaucoma congénito es responsable de entre un cuatro y un ocho por ciento de ceguera en la infancia. Esta enfermedad daña varias partes del ojo debido a la elevada presión intraocular sobre el nervio óptico. Cuanto más dure la enfermedad, mayor será el daño y la pérdida de visión. Si no se trata a tiempo, puede causar una pérdida de visión irreversible en los niños. Afortunadamente, los síntomas se manifiestan a tiempo y pueden ser fácilmente identificados por los padres y los pediatras. Si un niño muestra los síntomas clásicos de ojos llorosos, intolerancia a la luz brillante y cierre involuntario de los párpados, los padres deben sentir la alerta roja y consultar inmediatamente al oftalmólogo.

¿Qué es el glaucoma infantil?

El glaucoma infantil se clasifica a grandes rasgos en glaucoma primario y secundario. Las malformaciones intrauterinas del ángulo de drenaje conducen a un glaucoma primario, mientras que el glaucoma debido a alguna otra patología ocular o sistémica conduce a un glaucoma secundario.

Para evaluar la gravedad de la enfermedad, los médicos prefieren hacer una historia detallada de las molestias, su duración, la presencia de una enfermedad similar en los miembros de la familia, cualquier factor de riesgo específico presente en el nacimiento del niño, el matrimonio consanguíneo, cualquier traumatismo pasado, la infección ocular, el uso de esteroides a largo plazo y la cirugía de cataratas y la presencia de cualquier enfermedad sistémica. Dado que los niños son pacientes poco cooperativos, el examen ocular y las investigaciones necesarias se realizan bajo anestesia general. Esta lista incluye retinoscopia, oftalmoscopia, pruebas de refracción, gonioscopia, tonometría, paquimetría, medición de la longitud axial y OCT.

La terapia médica no es el pilar de este tratamiento debido a sus efectos secundarios sistémicos en neonatos vulnerables. Además, no corrige la patología primaria. Pero desempeña un papel auxiliar en el tratamiento de la enfermedad hasta que se planifique la cirugía. Bajo control regular, pueden administrarse fármacos como los betabloqueantes y los inhibidores de la anhidrasa carbónica. Los análogos de las prostaglandinas y la pilocarpina suelen evitarse. La brimonidina está contraindicada en los niños cuyo peso es inferior a 40 libras, ya que deprime la actividad cerebral. Causa notoriamente hipotensión, convulsiones y alteración de la conciencia en los niños.

Por qué la cirugía es más eficaz

La terapia quirúrgica es la forma más eficaz y definitiva de tratamiento del glaucoma. Existen diferentes tipos de opciones quirúrgicas. El oftalmólogo decide cuál es la cirugía más adecuada para el paciente en función de varios factores, incluida la naturaleza subyacente de la enfermedad. La trabeculotomía y la goniotomía son algunas de las opciones quirúrgicas disponibles hoy en día con tasas de éxito del 80% o más. Otros procedimientos son la trabeculectomía, la trabeculotomía y la trabeculectomía combinadas y los dispositivos de drenaje del glaucoma, por nombrar algunos. Cuanto antes se realice la cirugía, mejor será el resultado. Los niños que presentan el inicio del glaucoma entre los tres y los 12 meses de edad tienen un mejor pronóstico que los que declaran el inicio del glaucoma al nacer.

Preguntas frecuentes

¿Puede la intervención quirúrgica devolverme la visión? Sólo si se detecta a tiempo. Si se diagnostica tarde, no podrá recuperar la visión. Esto se debe a que el glaucoma daña el nervio óptico ejerciendo presión sobre él, lo que provoca la pérdida de visión.

¿Qué es la presión ocular normal? La presión ocular normal es de 10 a 20 milímetros, pero el aumento de la presión daña el nervio óptico y puede incluso provocar isquemia, que es la pérdida de riego sanguíneo en el nervio óptico.

¿Es reversible el glaucoma? En los niños, es reversible si se detecta a tiempo. La anomalía estructural puede tratarse mediante cirugía: se puede corregir el ángulo y prevenir el daño. En los adultos que llevan mucho tiempo con la enfermedad, sólo es cuestión de control.

¿Qué hace la cirugía? Desde el punto de vista quirúrgico, se puede corregir la anemología estructural, crear un conducto alternativo para drenar el líquido, introducir un tubo de drenaje en el ojo para drenar el líquido e incluso realizar cirugías de glaucoma mínimamente invasivas (que son más seguras). No se puede curar de forma permanente, sino que se gestiona y controla con revisiones oculares periódicas, que ayudarán a determinar si el paciente está estable o no. La cirugía conlleva su propia serie de complicaciones y, en los casos muy avanzados, solemos decir al paciente que no se someta a ella, ya que puede no resultar útil. También hay que vigilar la diabetes.