Los médicos están inquietos y llevan meses luchando contra el caos. Pero la situación no impide que los ciudadanos protesten por sus vidas.
Y las malas noticias no terminan ahí. El país del sur de Asia está en bancarrota, sin dinero ni siquiera para realizar los pagos de las importaciones necesarias: alimentos y combustible.
El Presidente abandonó el país
El Presidente Gotabaya Rajapaksa abandonó el país en un avión militar debido a las protestas masivas por la crisis económica, una crisis que ha atenazado al país y a su población. El líder de Sri Lanka, de 73 años, ha huido esta mañana del país después de que los manifestantes invadieran su residencia hace unos días.
Llamamiento a la humanidad
La situación no es fácil y los médicos han recurrido incluso a las redes sociales para solicitar donaciones y pedir ayuda a los srilankeses que viven en el extranjero. Los males se abaten sobre el sur de Asia a gran velocidad, y su continuación es imprevisible.
Hasta ahora no hay indicios de que se vaya a poner fin al estancamiento que ha sumido al país asiático en una crisis económica y política, que desde el exterior parece un infierno interminable. En los hospitales, el pánico y la tristeza son ya sentimientos familiares, y las dificultades no parecen detenerse.
Los hospitales y centros de salud se están quedando sin medicamentos para la rabia, la epilepsia y las enfermedades de transmisión sexual. Desgraciadamente, la tragedia parece haberse instalado en el pueblo asiático. La situación es bastante grave y el país ha llegado al límite de sus fuerzas.
Los habitantes parecen vivir un drama en el que el presidente se convierte en un fugitivo y los laboratorios se quedan sin elementos necesarios para operar.
Se aferran a la esperanza y piden ayuda al Estado para hacer frente a los duros tiempos que han llegado como un tsunami, informa el Economic Times.