El Bayraktar TB2, un dron turco que lleva bombas guiadas por láser y es lo suficientemente pequeño como para transportarlo en un camión de plataforma, se convirtió en un arma legendaria en la guerra de Ucrania, aterrorizando al ejército ruso. Fue concebido por Selçuk Bayraktar, hijo de uno de los mayores fabricantes de armas del mundo y yerno del presidente turco Recep Erdogan. Estudió en la Universidad de Pensilvania y es considerado «Elon Musk de Turquía» en el MIT.
TB2 ha realizado más de ochocientos ataques desde 2016, cuando ha registrado la primera baja, en conflictos armados en el norte de África y hasta el Cáucaso. Las bombas que llevan pueden ajustar su trayectoria en el aire y son tan precisas que pueden enviarse a una trinchera de infantería.
Periodistas estadounidenses hablaron con quien diseñó el temido dron. Selçuk Bayraktar (42) es hijo de un empresario turco propietario de Baykar Technologies, uno de los mayores fabricantes de armas del mundo. “Algunas personas en Turquía lo consideran Elon Musk”, dice el artículo.
Desde mayo de 2016, Bayraktar está casado con la hija del presidente turco, Recep Erdogan. A la boda asistieron más de 5.000 personas, incluida gran parte de la élite política del país. Al igual que Bayraktar, Sümeyye es miembro de la segunda generación de la élite islamista de Turquía y se graduó de la Universidad de Indiana en 2005 con una licenciatura en sociología. La prensa turca la describe como una versión turca de Ivanka Trump.
El «secreto» del dron
Varias fuentes de noticias han informado que un solo dron TB2 se puede comprar por un millón de dólares, pero Bayraktar, aunque no dio una cifra exacta, le dijo a The New Yorker que hay más.
Los TB2 se venden como una «plataforma» junto con estaciones de control portátiles y equipos de comunicaciones. En 2019, Ucrania compró una flota de al menos seis TB2 por un valor informado de $ 69 millones; una flota similar de drones Reaper cuesta unas seis veces más. Una vez que se adquiere una flota, los operadores viajan al oeste de Turquía para recibir capacitación durante unos meses.
“No compras el dron y ya está”, dijo Mark Cancian, especialista en adquisiciones militares del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
«Es como casarse con un proveedor, porque necesita un flujo constante de repuestos y experiencia en reparaciones».
Además, los compradores cuentan con el apoyo de los programadores de Baykar.
TB2, que Bayraktar compara con su teléfono inteligente, tiene más de cuarenta computadoras a bordo y la empresa envía actualizaciones de software varias veces al mes para adaptarse a las tácticas de los oponentes.
«El secreto es seguir actualizándolos», dijo Selcuk Bayraktar.