Inicio Salud Un equipo de investigadores del AIIMS desarrolla una nariz electrónica para detectar el cáncer de pulmón

Un equipo de investigadores del AIIMS desarrolla una nariz electrónica para detectar el cáncer de pulmón

0
Un equipo de investigadores del AIIMS desarrolla una nariz electrónica para detectar el cáncer de pulmón

¿Podría un dispositivo similar a un alcoholímetro indicarle si padece cáncer de pulmón? Médicos e investigadores del Instituto Panindio de Ciencias Médicas (AIIMS) están trabajando para hacer realidad esta ciencia ficción.

Mediante un dispositivo llamado nariz electrónica o e-Nose, los investigadores intentan identificar la firma del cáncer de pulmón creada por los compuestos orgánicos volátiles (COV) que exhalamos. Los COV son los que dan aroma a un perfume y olor a los contaminantes.

Cuando exhalamos, liberamos muchos de estos compuestos, como alcanos y bencenos. Sin embargo, su composición difiere de una persona a otra y de una enfermedad a otra, explica el Dr. Anant Mohan, director del Centro de Excelencia en Investigación del Aliento del AIIMS. «Algunos de estos COV pueden estar regulados al alza en personas con cáncer de pulmón y otros a la baja. Las distintas enfermedades producirán diferentes patrones o matrices de estos COV. Pero una vez que reconocemos este patrón, podemos diagnosticar la enfermedad con sólo pasar el aliento exhalado por la eNose, que tiene varios sensores para medir estos COV», afirma.

Los investigadores han estado recogiendo y comparando los COV de personas sanas y de personas con cáncer de pulmón para identificar el patrón que puede señalar la enfermedad. Una vez hecho esto, la detección del cáncer de pulmón sólo implicará una prueba rápida y no invasiva. «Aún faltan muchos años para que esta prueba se acerque a la biopsia de referencia utilizada para el diagnóstico, pero ya se ve el atractivo. Basta con soplar en la máquina. Podría ayudar a detectar precozmente el cáncer de pulmón en países en desarrollo como la India, donde la gente llega a los centros sanitarios en fases avanzadas», afirma el Dr. Mohan.

Alrededor del 70% de sus pacientes con cáncer de pulmón acuden a él cuando el cáncer ha hecho metástasis en otras partes del cuerpo. «Nuestros estudios han demostrado que el retraso se debe a que la gente busca tratamiento a nivel local, el médico de atención primaria tarda en recomendar los casos al médico de atención secundaria y los pacientes reciben tratamiento antituberculoso durante dos o tres meses antes de su diagnóstico definitivo», añade.

Aunque en la actualidad los investigadores están considerando la eNose sólo como una herramienta de diagnóstico, prevén su aplicabilidad también como dispositivo de cribado. En la actualidad, algunos países cuentan con programas de cribado del cáncer de pulmón basados en la tomografía computerizada de baja dosis. La tomografía computarizada de baja dosis puede realizarse anualmente a las personas con alto riesgo de desarrollar cáncer de pulmón: los fumadores empedernidos y los mayores de 50 años.

«La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) ha surgido como una herramienta de cribado para la detección precoz del cáncer de pulmón, pero puede no ser una opción viable para la mayoría de los países en desarrollo. El análisis de la huella respiratoria mediante nariz electrónica podría ser un biomarcador potencial para la detección precoz del cáncer de pulmón junto con el seguimiento de la respuesta al tratamiento en un entorno de recursos limitados», señala una revisión de la técnica publicada recientemente por el grupo.

El cribado de cualquier enfermedad exige muchos recursos, y el método actual, aunque se demuestre su eficacia, no resolvería el factor coste, afirma el Dr. Mohan. Los tubos y cámaras de recogida son caros y el coste inicial es elevado. Pero no hay costes recurrentes. «Sólo será viable cuando se demuestre que funciona con una buena sensibilidad y especificidad. Y cuando surjan más empresas que fabriquen el dispositivo», afirma el Dr. Mohan, cuyo centro está en contacto con socios técnicos indios para empezar a fabricar los componentes, si no el dispositivo en sí. Los investigadores también están trabajando para desarrollar la huella respiratoria de otras enfermedades como el asma, la tuberculosis, la EPOC y la sarcoidosis (una afección en la que crecen pequeñas células inflamatorias en los pulmones).