Un japonés fue ejecutado 14 años después de cometer el atentado que conmocionó a todo un país: «No importaba a quién matara…»

Japón ha ejecutado este martes a un hombre condenado por matar a siete personas en un ataque con un camión en 2008 y luego apuñalado en el popular distrito tecnológico de Akihabara, en Tokio, según ha anunciado el Ministerio de Justicia.

El ministro de Justicia, Yoshihisa Furukawa, anunció que Tomohiro Kato preparó «meticulosamente» el atentado y mostró «una fuerte intención de matar».

«La sentencia de muerte en este caso se determinó tras una larga deliberación del tribunal», dijo el funcionario japonés.

«En el contexto de estos hechos, aprobé la ejecución, tras una larguísima votación».

Kato, hijo frustrado de un panadero: «He venido a matar»

Kato apuñaló a varias personas el 8 de junio de 2008 y dijo a la policía: «Vine a Akihabara a matar gente. No importaba a quién matara».

El asesino fue detenido poco después de los atentados, en los que arrolló con un camión de dos toneladas a un grupo de peatones y luego se bajó y los apuñaló al azar.

«Es un caso muy doloroso, que tuvo graves consecuencias y conmocionó a toda la sociedad», dijo Furukawa.

Según la policía, Kato documentó su fatídico viaje a Akihabara en foros de Internet y escribió mensajes desde el volante del camión siniestrado, quejándose de tener un trabajo inseguro y de estar solo.

Hijo de un panadero, Kato creció en la prefectura de Aomori, en el norte de Japón, y se graduó en una prestigiosa escuela. Pero no consiguió entrar en la universidad y finalmente se convirtió en mecánico de automóviles.

Los fiscales dijeron que la confianza de Kato se resintió después de que una mujer, con la que el hombre estaba chateando en línea, se negara a responderle después de que le enviara una foto suya.

Su odio hacia la sociedad creció cuando se ignoraron sus comentarios en Internet, incluidos los relativos a los planes de atentado.

Apoyo a la pena capital

Mientras esperaba el juicio, Kato envió una carta a un taxista de 56 años, al que había apuñalado, expresando su arrepentimiento.

Sus víctimas «disfrutaban de la vida, tenían sueños, un futuro brillante, familias cariñosas, amantes, amigos y colegas», escribió.

Incluso en el tribunal, Kato dijo que lamentaba los sangrientos ataques.

«Por favor, denme la oportunidad de disculparme», dijo el individuo, que mató a siete personas e hirió a otras diez.

Tras los atentados de 2008, Japón prohibió la posesión de cuchillos con hojas de más de 5,5 cm, y los infractores se enfrentan a hasta tres años de prisión y una multa de 500.000 yenes.

Cómo se ejecuta a los presos en Japón

Kato fue condenado a muerte en 2011. La ejecución fue la primera de este año en Japón y se produce después de que tres presos fueran ejecutados en la horca en diciembre de 2021.

Japón es uno de los pocos países desarrollados que mantiene la pena capital y el apoyo público sigue siendo fuerte a pesar de las críticas internacionales.

Las ejecuciones se llevan a cabo en la horca y -por lo general- tardan muchos años en ejecutarse. Más de 100 presos están actualmente en el «corredor de la muerte» en las cárceles japonesas.

Sin embargo, las organizaciones internacionales han criticado el sistema de justicia japonés, en el que los condenados a muerte pueden esperar años para cumplir su sentencia en régimen de aislamiento y enterarse de que serán ejecutados sólo horas antes del fatídico momento.

La ejecución de este martes se produce el mismo día en que se conmemora otro ataque con arma blanca, perpetrado en 2016 en un centro para discapacitados en Sagamihara, donde murieron 19 personas.

También el 26 de julio de 2018, Japón ejecutó a seis miembros de la secta Aum Shinrikyo responsables de los atentados con gas sarín en el metro de 1995, informa france24.com.