Salen a la luz detalles escandalosos tras el derrumbe de un puente en la India, encargado sin autorización, que dejó 135 muertos. Nueve personas han sido detenidas por homicidio involuntario y se ha sabido que el puente colgante sobre un río llevaba siete meses en reparación. Además, según los investigadores, la empresa adjudicataria no tenía ingenieros cualificados.
El cable que se rompió y causó la tragedia en la India estaba oxidado y no había sido sustituido. Uno de los directivos de la empresa encargada del mantenimiento del puente, que también fue detenido, no asumió su responsabilidad. Además, desafió al juez y dijo que las 135 personas murieron por «voluntad de la divinidad».
Los indios están indignados y se preguntan cómo es posible que una empresa conocida por fabricar relojes esté a cargo de un puente.
El puente se inauguró al tráfico el pasado miércoles, coincidiendo con el Año Nuevo gujarati.
Anteriormente, Jaysukh Bhai Patel, propietario del Grupo Oreva, que ha contratado el mantenimiento y la explotación del puente desde 2008, dijo que las obras de renovación habían costado 20 millones de rupias (242.000 dólares).
Garantizó que «no le pasará nada» al puente en los próximos 10 años y que no necesitará reparaciones hasta dentro de 15 años si se hace un uso «responsable».
El propietario alabó la calidad del trabajo y la formación del contratista que contrató la empresa.
Cómo se defiende Oreva
Desde la tragedia del domingo, la policía ha detenido a nueve personas relacionadas con Oreva: dos directivos, dos funcionarios, dos contratistas y tres guardias de seguridad. Están siendo investigados por homicidio involuntario.
La BBC se ha puesto en contacto con Oreva para pedirle una explicación.
A principios de esta semana, un portavoz de Oreva achacó las víctimas a que «había demasiada gente» en medio del puente y se creó un efecto de balanceo.
También se acusa a Oreva de otros errores graves, como no tener permiso de las autoridades para poner en marcha el puente, informa la prensa india.