El príncipe Harry dice que teme que la historia se repita, comparando el hecho de que su madre fue «acosada hasta la muerte mientras tenía una relación con alguien que no era blanco» con su relación con Meghan Markle.
El duque de Sussex ha hablado de las similitudes entre sus experiencias con la prensa y las de la duquesa de Sussex con su madre en la nueva serie de Netflix El yo que no puedes ver.
Durante la entrevista, Harry arrojó luz sobre las razones por las que él y su esposa, Meghan Markle, decidieron retirarse de sus funciones como miembros de la familia real.
Según Harry, una de las principales razones por las que él y Meghan decidieron abandonar Gran Bretaña fue el constante acoso de los medios de comunicación, que frecuentemente publicaban historias sobre la duquesa -que es medio afroamericana- con tintes racistas.
«En los primeros ocho días en que se hizo pública nuestra relación se escribió que su exótico ADN engrosaría la sangre real», recordó Harry, citado por The Independent. «Nos acecharon, nos fotografiaron, nos siguieron, nos acosaron».
«La historia se repite. Mi madre fue acosada hasta la muerte mientras tenía una relación con alguien que no era blanco».
La estresante situación, que Harry admitió que empeoró por las redes sociales, pasó factura a Meghan, que reveló a su marido que estaba empezando a tener pensamientos de suicidio mientras estaba embarazada de seis meses de su primer hijo, Archie.
El príncipe, de 36 años, aseguró entonces que la persecución constante e intensa de la pareja, y especialmente de Meghan, no terminaría «hasta que ella estuviera muerta», un destino que, según Harry, vivió su propia madre en su relación con su novio, el productor egipcio Dodi Al Fayed.
«La historia se repite. Mi madre fue acosada hasta la muerte mientras mantenía una relación con alguien que no era blanco», dijo Harry durante el documental. «Y ahora mira lo que ha pasado. Si quieres hablar de que la historia se repite, no van a parar hasta que ella muera. Es increíblemente escalofriante pensar que podría perder a otra mujer en mi vida».
Antes de su muerte, el 31 de agosto de 1997, la princesa Diana empezó a salir con Al Fayed, el hijo del multimillonario Mohamed Al-Fayed. La noche del trágico accidente, la pareja intentaba escapar de los paparazzi en París.
Según Harry, al reflexionar sobre su experiencia y la de Meghan, de lo que más se arrepiente es de «no haber adoptado una postura antes en mi relación con mi esposa y no haber hablado más sobre el racismo.»