Jalal Noory era sólo un niño cuando escapó de las guerras civiles afganas provocadas por la invasión soviética de su país, Afganistán, en 1979. Acabó en Ucrania y el país se convirtió en su segundo hogar, donde construyó una nueva vida.
Casi 25 años después se encontró con la invasión rusa de Ucrania y sólo tenía dos opciones: «defenderse o morir».
Jalal Noory está ahora en las trincheras de Kiev.
«Esta es la bandera de Ucrania, la bandera de mi hogar. Esta es la bandera de mi país, Afganistán. Tengo más de 40 años. Vivo en Ucrania desde 1998. Estaba 100% seguro de que los rusos llegarían a Kiev. No quería rendirme y ver una bandera rusa sobre mi cabeza».
Jalal se unió al ejército ucraniano después de que Rusia atacara el país en febrero. Dirige una unidad de 12 soldados que defienden Kiev. Antes de la guerra trabajaba en una empresa de seguridad.
Andrei Klisciuc, comandante: «Al principio, me dije: ‘¡Dios mío! ¿Qué hacen aquí?» Pero llegué a conocerlo. A veces sabe más de lo que hay que hacer que los ucranianos en ciertas situaciones».
Jalal era un niño cuando la URSS invadió Afganistán en 1979. La ocupación provocó una guerra civil y el éxodo de millones de afganos.
«La estrategia de la antigua Unión Soviética o de la actual Rusia no ha cambiado»
«Si los rusos no hubieran invadido Afganistán, habríamos tenido una vida mejor. No habría sido un refugiado en Ucrania. Habría estado en Afganistán».
Como refugiado, Jalal aprendió artes marciales y ganó medallas para Ucrania.
«La estrategia de la antigua Unión Soviética o de la actual Rusia no ha cambiado. Es la ocupación de un país más pequeño que tiene un ejército y una economía más débiles».
La vida de Jalal era tranquila, pero la guerra lo cambió todo, señala la BBC, citada por Digi24.
«Decidí defender la tierra en la que vivo. En Afganistán era menor de edad y de niño tenía que seguir a mis padres. Pero esta vez sabía que defendería a Ucrania porque es mi hogar».