El presidente ruso Vladimir Putin está cada vez más preocupado por el exceso de consumo de alcohol en su administración presidencial y en el gobierno ruso, según fuentes cercanas al Kremlin citadas por el sitio web de investigación Meduza. Planteó la cuestión en una serie de reuniones con gobernadores de regiones en las que el consumo de alcohol «no está ni siquiera entre los diez primeros problemas» de las administraciones que dirigen.
La preocupación por el «estilo de vida saludable» se produce mientras algunos funcionarios en Moscú se enfrentan a la verdadera magnitud de las pérdidas en Ucrania.
Fuentes cercanas al Kremlin afirman que Vladimir Putin está especialmente preocupado por el estado de «algunas personas de su círculo íntimo»: ministros, sus adjuntos, incluso algunos viceprimeros ministros, empleados de la Administración Presidencial y del Consejo de Seguridad, jefes de corporaciones estatales, gobernadores.
Las fuentes de Meduza también mencionan que la principal razón del alto consumo de alcohol entre los funcionarios rusos cercanos al Kremlin tiene que ver con las pérdidas y daños reales causados por la guerra en Ucrania, así como con las consecuencias de las sanciones occidentales.
Putin cree que «la disciplina ha empezado a sufrir» por el alcohol
En cambio, Putin parece pensar que los funcionarios deben manejar estas dificultades con facilidad, a pesar de que muchos de ellos han sido sancionados personalmente por los países occidentales.
Las fuentes citadas creen que la situación de la bebida entre los altos funcionarios y burócratas rusos ha empezado a preocupar a Putin porque «la disciplina ha empezado a resentirse».
En una reunión celebrada en agosto con Aleksandr Avdeev, gobernador de la región de Vladimir, al este de Moscú, Putin le advirtió de que «todavía hay que ampliar la promoción de un estilo de vida saludable», subrayando que se trata de un tema sin importancia y que «los campesinos beben y seguirán bebiendo» en ausencia de campañas educativas.
El líder del Kremlin también dijo que las prohibiciones y los aumentos excesivos de los impuestos especiales no deberían utilizarse en la lucha contra la adicción al alcohol, sino «en el desarrollo de la infraestructura deportiva y en prestar la debida atención a los objetos culturales», escribe el sitio web de investigación Meduza, citando fuentes cercanas al Kremlin.
Los comentarios de Putin se produjeron después de que hace unos días, en una reunión con otro gobernador, hablara también del alcohol, lamentando los altos niveles de consumo en las regiones monoindustriales.
«Por favor, preste atención a esto», dijo Putin a Aleksandr Sokolov, gobernador de la región de Kirov.
El líder del Kremlin no se ha preocupado mucho por el consumo de alcohol en Rusia
Las declaraciones de Putin desconcertaron tanto a los gobernadores afectados como a los analistas políticos rusos por dos razones: las regiones dirigidas por Sokolov y Avdeev no se encuentran entre las que tienen un alto nivel de adicción al alcohol entre la población, y el presidente ruso nunca había hablado tanto del problema en Rusia.
Uno de sus escasos comentarios sobre el tema se produjo en 2016 durante su maratoniana rueda de prensa que el Kremlin celebra cada año. Preguntado por un periodista sobre la lucha contra la falsificación de alcohol tras la muerte de 77 personas en Irkutsk por consumo.
Putin respondió que la «alcoholización» es efectivamente un «problema» para Rusia, pero inmediatamente añadió con optimismo que, por ejemplo, la gente de los países del norte de Europa bebe igual (ed. no es cierto).
Una de las fuentes citadas por los periodistas de investigación de Meduza afirma que Sokolov y Avdeev se sorprendieron de que el presidente ruso sacara este tema, porque el consumo de alcohol «ni siquiera figura entre los diez principales problemas» en las regiones que dirigen.
Otras dos fuentes de Meduza explican, sin embargo, que Putin empezó a prestar más atención al asunto porque los funcionarios rusos empezaron a beber alcohol con mucha más frecuencia y en mayor cantidad en medio de la guerra en Ucrania.