Un hombre australiano de 77 años murió tras ser atacado por un canguro que tenía como mascota. Un familiar encontró al hombre en estado grave con heridas abiertas en el cuerpo en su casa de Redmond. Cuando los paramédicos llegaron a la propiedad rural, el canguro les impidió atender al anciano, y pronto murió.
El anciano tenía al canguro como mascota, algo que quizás no debería haber hecho, según las autoridades. Lo cuidaba como a una mascota hasta que el canguro atacó al hombre de 77 años, causándole heridas muy graves.
El familiar que encontró al anciano pidió ayuda urgentemente, pero el canguro impidió incluso que los paramédicos llegaran al anciano. Así que la policía tuvo que disparar al marsupial, pero ya era demasiado tarde para salvar la vida del pobre hombre.
Se supone que el anciano murió a causa de las heridas infligidas por el animal salvaje, pero también porque esperó demasiado tiempo para recibir ayuda.
Un portavoz de la policía dijo a la prensa: «El canguro supuso una amenaza continua para el personal de emergencias».
Tanya Irwin, funcionaria de Native Animal Rescue en Perth, dijo que las autoridades rara vez conceden permisos para tener canguros en Australia Occidental.
«Al parecer era un macho adulto y se vuelven bastante agresivos después de una edad, no les va bien en cautividad». dijo Irwin.
«No sabemos cuál era la situación, si tenía dolor o por qué estaba cautivo, y por desgracia… no son animales bonitos, son animales salvajes», añadió.
Ningún canguro ha matado a un hombre desde 1936
En Australia viven unos 50 millones de canguros, que pueden pesar hasta 90 kg y medir hasta 2 m.
Pero los ataques mortales son raros; éste es el primero que se registra en Australia desde 1936.
Los canguros tienen «muchas armas» precen dientes afilados, garras y patas fuertes, dijo el experto en comportamiento marsupial Graeme Coulson a la Australian Broadcasting Corporation.
«Ciertamente, si están acorralados o en algún tipo de angustia, eso puede ser bastante peligroso. El problema de los canguros y los humanos es que ambos somos animales bípedos, nos mantenemos de pie, y una posición tan erguida supone un reto para el canguro macho». El profesor asociado Coulson dijo, según BBC.com.
