Las senadoras estadounidenses Elizabeth Warren y Tina Smith exigen respuestas a un grupo de altos reguladores estadounidenses sobre la exposición del sector bancario a las criptomonedas tras la implosión del FTX el mes pasado.
El miércoles, Warren, demócrata de Massachusetts, y Smith, demócrata de Minnesota, enviaron una carta al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al presidente en funciones de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), Martin J. Gruenberg, y a Michael J. Hsu, jefe en funciones de la Oficina del Interventor de la Moneda (OCC).
Los senadores preguntan a los reguladores cómo evalúan sus respectivos organismos los riesgos asociados a la imbricación de los criptoactivos y la banca tradicional.
«Afortunadamente, el sistema bancario se ha librado de las turbulencias inducidas por el FTX. A pesar de los esfuerzos del sector por acceder al sistema bancario y de los beneficios que se derivan del reconocimiento federal por parte de los reguladores bancarios, las criptomonedas aún no están profundamente integradas en el sistema bancario tradicional. No obstante, parece que las empresas de criptomonedas pueden tener vínculos más estrechos con el sistema bancario de lo que se pensaba.
Según un informe del New York Times, Alameda, que desvió 10.000 millones de dólares de la bolsa FTX a sus arcas como parte de un plan coordinado por Sam Bankman-Fried y otros ejecutivos de FTX y Alameda, realizó una inversión de 11,5 millones de dólares en el Moonstone Bank, con sede en el estado de Washington, más del doble del valor del banco en ese momento.»
A continuación, los senadores piden a los reguladores que faciliten los nombres de los bancos concretos bajo su jurisdicción que participan en actividades relacionadas con la criptomoneda.
FTX se declaró en quiebra el mes pasado en medio de acusaciones de que el ex consejero delegado Sam Bankman-Fried gestionó mal los fondos de la empresa al prestar miles de millones de dólares en depósitos de clientes a Alameda Research, el brazo comercial de la empresa.
John J. Ray III sustituyó a Bankman-Fried como Consejero Delegado tras su dimisión el 11 de noviembre. En una reciente declaración de quiebra, Ray afirma que la bolsa sufría de sistemas comprometidos, una supervisión reguladora defectuosa y una gestión compuesta por «individuos potencialmente comprometidos.»