Durante años fue conocido como el doble de Vladimir Putin e incluso ganó celebridad imitando al líder del Kremlin, pero ahora está en un gran problema. Al polaco Slawomir Sobala, de 53 años, se le ha aconsejado que se deje crecer el bigote y permanezca en casa por su propia seguridad.
A medida que avanzaba la campaña militar desatada por Rusia en Ucrania, Sobala notó un cambio de actitud hacia él.
«El Putin de Polonia» vive en una ciudad llena de ucranianos
Y es que en su ciudad natal, Wroclaw, en el oeste de Polonia, uno de cada diez habitantes es ucraniano.
«La guerra que Putin ha desencadenado afecta obviamente a mi vida cotidiana. La gente me aborda a menudo por la calle y me dice que me parezco a Putin. También me dicen a menudo que no salga de casa, por mi propia seguridad», relató el doble oficial del presidente ruso. «Otros, me sugieren que me deje la barba y el bigote, para no parecerme a Putin. Intento no estar en lugares públicos y, cuando tengo que estar, ignoro lo que se dice e intento no provocar la situación», añadió, citado por el Daily Star.
Slawomir Sobola, propietario de una empresa de transportes, admite que sigue trabajando como imitador, aunque sabe que ahora es un trabajo muy peligroso. «Sí, trabajo, pero no acepto participar en todos los eventos. No participo en proyectos de entretenimiento ni en eventos privados. Creo que el personaje de Putin es ahora mal recibido y por eso no quiero exponerme a situaciones peligrosas. Actualmente he recibido varias ofertas de productores de largometrajes profesionales. Pronto firmaré un contrato con uno de ellos», reveló el director polaco.
Teme por su seguridad
Antes de la invasión de Polonia, Slawomir recuerda que no temía por su seguridad como ahora.
«Antes de la guerra, no temía por mi seguridad en la calle, pero ahora, desde que empezó la guerra y Putin atacó a Ucrania, tengo un poco de miedo porque en nuestra ciudad, Wroclaw, hay mucha gente de Ucrania trabajando y viviendo aquí» – Slawomir Sobola
Su esposa también señaló una de las desventajas de su parecido con el presidente ruso: la gente le molesta a menudo para hacerse selfies. «Para mí, a veces es divertido cuando hacemos este trabajo y nos encontramos con otros parecidos y nos divertimos, pero a veces es incómodo porque cuando estamos con nuestra familia y estamos paseando en vacaciones, en la playa o en un restaurante, la gente le toca y le dice: ‘Oye, Putin ¿puedo hacerme una foto contigo?».