Lo que antes era un escenario de película de ciencia ficción, la perspectiva de un apagón en la mayor economía de Europa, se ha convertido en una posible amenaza en la actual crisis energética. Por eso, cada vez más alemanes han empezado a asistir a cursos para aprender a actuar si se encuentran en una situación de apagón.
«Si se va la luz, nada funciona. Y tenemos que entender lo que eso significa realmente», dijo Birgitt Eberlin, una formadora que trabaja para la Federación Samaritana de Trabajadores (ASB).
En estas situaciones, tareas sencillas como cocinar la comida, hidratar o cuidar a las mascotas o llamar al timbre del vecino se convierten en un reto.
Por eso, las organizaciones benéficas de Alemania han empezado a ofrecer cursos gratuitos sobre el tema en nombre de la BBK, la Oficina Federal de Protección Civil y Ayuda en caso de Catástrofe, informa Reuters, citada por Agerpres.
«Hace tres generaciones, la gente sabía cómo era la vida sin electricidad»
En la sede de la organización benéfica de la Federación de Trabajadores Samaritanos (ASB), en las afueras de Berlín, Birgitt Eberlin explica a sus alumnos lo básico, como tener preparadas velas, cerillas y lámparas, tras lo cual apaga la luz y el resto del curso transcurre a la luz de las velas.
«Hace tres generaciones, la gente sabía cómo era la vida sin electricidad. Ahora nos damos cuenta de que apenas podemos funcionar sin electricidad», dice Albrecht Broemme, un antiguo bombero berlinés que fue llamado a filas para ayudar a montar la infraestructura para la pandemia y más tarde para la llegada de los refugiados ucranianos.
La Agencia Federal de Redes de Alemania advirtió de la posibilidad de un racionamiento de gas en invierno después de que Rusia cortara el suministro de energía a Alemania tras la invasión de Ucrania.
Sin embargo, con los depósitos de gas casi llenos y un clima inusualmente cálido para esta época del año, Alemania espera evitar apagones imprevistos.