El premio Nobel de Economía Paul Krugman ha advertido de la posibilidad de un invierno perenne para los proyectos de blockchain, incluidas las criptomonedas. En un reciente artículo publicado en el New York Times (NYT), el economista critica el blockchain como tecnología y sus usos, citando varias señales que, en su opinión, preceden a este próximo invierno.
Paul Krugman compara el invierno de las criptomonedas con el Fimbulwinter.
El premio Nobel Paul Krugman advierte de que se avecina un invierno eterno para los proyectos basados en blockchain, incluyendo el bitcoin y otras redes de criptomonedas. En un artículo del NYT publicado el 1 de diciembre, el economista analiza la utilidad real de la tecnología y los indicios que ya apuntan a su futura caída.
Krugman critica la utilidad real de esta tecnología cuando hay otras alternativas centralizadas que actualmente funcionan muy bien. Sobre este punto, Krugman explicó su escepticismo afirmando:
¿Qué sentido tiene? ¿Por qué tomarse la molestia y el gasto de mantener un libro de contabilidad en muchos lugares, y esencialmente llevar ese libro de contabilidad cada vez que se realiza una transacción?
Basándose en esto, y también en el reciente colapso de una de las mayores bolsas de criptomonedas del mundo, FTX, Paul Krugman cree que este criptoinvierno podría llevar a un completo abandono de la blockchain y la criptotecnología. Lo compara con el Fimbulwinter, un invierno que precede al fin del mundo según la mitología nórdica.
Señales de otoño
Para Paul Krugman, en los últimos meses ha habido varias señales de esta caída que se avecina. El economista cita como prueba de ello las recientes amortizaciones de empresas como Maersk y la Bolsa de Australia de sus proyectos basados en blockchain.
Además, Paul Krugman critica abiertamente la justificación del bitcoin, afirmando que «Los bancos rara vez roban los activos de sus clientes, mientras que las criptomonedas sucumben más fácilmente a la tentación, y la inflación extrema que destruye el valor del dinero suele ocurrir sólo en el caos político.«
En una línea similar, Paul Krugman achaca el consenso de la prueba de trabajo (PoW) a bitcoin, estimando el daño que ha hecho al medio ambiente en decenas de miles de millones de dólares, sin ningún beneficio aparente más que producir «fichas sin valor.»
Sin embargo, esto es diferente de la opinión que expresó el 20 de mayo de 2021. En ese momento, expresó que, aunque no creía en los fundamentos del bitcoin, estaba seguro de que el mercado era un «culto que puede sobrevivir indefinidamente.» En junio, comparó las criptomonedas con la burbuja inmobiliaria y la crisis de las hipotecas de alto riesgo, diciendo que «es una casa construida no sobre arena, sino sobre nada.«