Desde la prehistoria hasta el Tíbet, Jean-Jacques Annaud se ha planteado numerosos desafíos. Maíz Notre Dame está ardiendo es quizás el más grande que tuvo que enfrentar.
Apenas unos meses después de un acontecimiento cuyo alcance fue traumático para millones de personas en todo el mundo, cuando un monumento de la cultura francesa, europea, cristiana y más concretamente católica fue devorado por las llamas, Jean-Jacques Annaud se comprometió a reproducir cinematográficamente el cataclismopara contar cómo un puñado de hombres y mujeres lograron salvar lo que se podía salvar.
Una historia de horas fatídicas durante las cuales los voluntarios se enfrentaron a un infierno insano, mientras que otros asumieron todos los riesgos para tratar de salvar reliquias inmemoriales, la película de Jean-Jacques Annaud representó un increíble desafío artístico y técnico. Toda la cuestión es, por tanto, si el cineasta al que le debemos La Guerra del Fuego, El Nombre de la Rosa, Stalingrado o Dos hermanos habrá logrado transformar un evento espectacular en una historia auténtica, una aventura humana, capaz de rendir homenaje a los héroes que lucharon contra un incendio de proporciones hercúleas.
Una vez considerado como un documental, el largometraje optó finalmente por un enfoque ficcional. ¿Fue la elección correcta? Para nuestro Simon, cuya feroz reseña también leíste, esta es incluso la gran pregunta que enfrenta Notre Dame está ardiendo.