En una primicia, unos investigadores de Pune han establecido el patrón normal de avance de la edad ósea en los niños que ahora puede ayudar a los médicos a predecir la altura que pueden alcanzar.
En un nuevo estudio publicado en el Journal of Paediatric Endocrinology and Metabolism, los médicos del Instituto de Investigación Médica Hirabai Cowasji Jehangir (HCJMRI), han demostrado cómo el análisis de la densidad ósea y la edad puede trazar el crecimiento futuro del niño. «Por ejemplo, si un niño de 10 años quiere saber cuánto va a medir, ahora es posible realizar un análisis preciso de la edad ósea. Mediante complejos modelos informáticos y algoritmos, es posible predecir la altura final con bastante exactitud», afirma el Dr. Vaman Khadilkar, endocrinólogo pediátrico senior e investigador principal del estudio.
La evaluación de la madurez del esqueleto o de la edad ósea ha formado parte de las investigaciones médicas en niños con sospecha de trastorno hormonal. También es una poderosa herramienta para predecir la altura final de adulto que alcanzará un niño normal. «Esto es especialmente importante en los niños que optan por carreras que requieren una determinada estatura adulta, por ejemplo el servicio militar, el servicio policial o la industria del entretenimiento y el modelaje. El éxito o el fracaso de un niño a la hora de alcanzar estos objetivos profesionales específicos depende de la estatura final que probablemente alcance de adulto», afirma el Dr. Khadilkar, que también ha sido el convocante del Comité de Tablas de Crecimiento de la Academia India de Pediatría.
La evaluación de la edad ósea es un método para valorar la madurez o la edad del esqueleto de un niño. La edad cronológica de un niño, contada en meses y años, no siempre es la misma que la edad ósea y difiere ligeramente en los niños normales y en los que padecen alguna enfermedad. En los niños normales, la diferencia entre la edad ósea y la cronológica suele ser de dos años durante la infancia y la pubertad, afirma la Dra. Anuradha Khadilkar, directora adjunta del HCJMRI.
La evaluación de la edad ósea puede realizarse a partir de una simple radiografía de la muñeca y de la mano izquierda. No se necesita ningún equipo especial, aunque la mano debe colocarse de una manera determinada. Una vez realizada la radiografía, se determina la edad ósea mediante el método Tanner – Whitehouse o Greulich Pyle o los métodos Gilsanz y Ratib. A continuación, se evalúa por ordenador la altura final que puede alcanzar el niño mediante complejas ecuaciones de predicción.
Todos estos métodos se han desarrollado principalmente con población caucásica y el Dr. Khadilkar está intentando desarrollar un módulo específico para la India. En el estudio participaron 804 niños en edad preescolar/escolar. Las mediciones antropométricas y las evaluaciones de la pubertad se realizaron mediante protocolos estándar y se convirtieron en puntuaciones estandarizadas por edad y sexo utilizando referencias indias, mientras que la edad ósea se estimó mediante el método de Tanner-Whitehouse que se consideró estadísticamente significativo. «No hay estudios indios que comparen la edad ósea con la edad cronológica utilizando el método Tanner-Whitehouse, que es más aplicable a los asiáticos», añade el Dr. Khadilkar.
Los investigadores del estudio observaron que el mayor aumento de la edad ósea, tanto en las niñas como en los niños, se producía durante la pubertad. «Descubrimos que la edad de la estatura y la edad ósea estaban estrechamente correlacionadas con la edad cronológica. La diferencia entre la edad de la estatura, la edad del peso, la edad cronológica y la edad ósea estaba dentro de un rango de un año. El aumento del IMC se asoció a un aumento de la edad ósea y de la estatura. Durante la pubertad, la edad de la estatura mostró un mayor aumento en comparación con la edad cronológica y ósea en los niños. En las chicas, la edad ósea aumentó más en comparación con la edad de la estatura», explica el Dr. Khadilkar.
eom