Se ha encontrado una bacteria potencialmente mortal en la carne de cerdo de los supermercados de Gran Bretaña. Las pruebas mostraron que más del 10% de los productos porcinos controlados estaban infectados con superbacterias que mostraban resistencia a un antibiótico utilizado para tratar enfermedades graves en humanos.
La superbacteria es una variante de la bacteria enterococos que puede causar infecciones del tracto urinario y de las heridas y, en los casos más graves, puede infectar el torrente sanguíneo, el corazón y el cerebro. Se ha vuelto resistente a algunos tipos de antibióticos, lo que significa que algunos de los medicamentos que un médico podría recetar normalmente no tendrían efecto en el tratamiento de la enfermedad.
Una revisión del gobierno del Reino Unido de 2016 sobre la resistencia a los antimicrobianos estimó que las superbacterias matan al menos a 700.000 personas cada año en todo el mundo, una cifra que podría aumentar a 10 millones de muertes más para 2050 si no se toman medidas. Nuevas pruebas sugieren que las superbacterias enterococos son más frecuentes en la carne del Reino Unido de lo que se pensaba. Un estudio gubernamental publicado en 2018 lo encontró en uno de cada 100 artículos de cerdo y aves de corral analizados.
Pero las nuevas pruebas lo encontraron en 13 de 103 muestras y también lo detectaron en la carne ecológica, a pesar de que los ganaderos ecológicos utilizan muchos menos antibióticos en sus animales. Los expertos afirmaron que las «preocupantes» revelaciones reforzaron la necesidad de una mayor vigilancia. Según la investigación, los productos contaminados incluían varios tipos de carne de cerdo, como solomillo, chuletas de cerdo, carne picada e incluso productos orgánicos.
Las cepas de bacterias resistentes a los medicamentos son un problema sanitario importante, y las tasas están aumentando en toda Europa. Hay varias razones por las que las bacterias desarrollan formas de evitar los antibióticos, pero una cuestión clave es que los antibióticos se han utilizado ampliamente en la producción animal para tratar y prevenir enfermedades, especialmente en las granjas industriales.
Estas granjas pueden actuar como incubadoras de enfermedades potencialmente mortales resistentes a los medicamentos en los seres humanos, y la resistencia a los antibióticos se considera ahora una de las mayores amenazas para la salud pública en todo el mundo, informa theguardian.com.
Tim Lang, profesor de política alimentaria, dijo: «Estos resultados sugieren que el uso de antibióticos no está en absoluto bajo control en algunas partes de la industria cárnica. La compra de cualquier producto alimenticio es una relación de confianza; ningún consumidor tiene especificaciones de rayos X para ver lo que muestran estos resultados. No hay etiqueta».
