Al menos 1.000 personas han salido a la calle para protestar contra una nueva ley que limita las desgravaciones fiscales a decenas de pequeñas empresas. Es ya el quinto día que los húngaros salen a la calle por las medidas fiscales respaldadas por Viktor Orban.
A lo largo de la semana se han producido protestas en varias ciudades húngaras, incluida la capital del país, Budapest.
A principios de esta semana, los manifestantes bloquearon un puente en Budapest mientras el Parlamento discutía un proyecto de ley de reforma fiscal. La legislación, aprobada a pesar de las protestas, afecta a las pequeñas empresas.
Quinto día de protestas civiles y no partidistas contra las medidas de austeridad de Orban. Inflación histórica, devaluación paralizante de la moneda, encarecimiento del coste de la vida, previsibles apagones energéticos. Miles de personas han vuelto a cerrar un puente principal en Budapest. #HeyOrban 🖕🏼 pic.twitter.com/thIktDjsPm
– Tibor M. Kalman (@kalmantibs) 16 de julio de 2022
El paquete legislativo afecta a los autónomos, ya que han confiado en el régimen de desgravación fiscal durante casi 20 años.
Budapest Hungría 🇭🇺👏🏻
Miles de personas protestan contra una reforma fiscal que pretende aumentar el tipo impositivo de las pequeñas empresas. pic.twitter.com/ldOf2NRkvl
– ChristLIGHT7 (@ChristLIGHT3D) 16 de julio de 2022
Tras la aprobación del proyecto de ley, el partido derechista Fidesz del primer ministro Viktor Orban redujo el límite de los precios de los servicios públicos para los hogares de mayor consumo, en medio de la subida de los precios de la electricidad y el gas, señala DW.
Orban se enfrenta al mayor reto desde que llegó al poder en 2010
La inflación está en su nivel más alto en dos décadas y la moneda húngara, el forint, ha alcanzado mínimos históricos frente al euro y al dólar estadounidense tras la invasión de Rusia a Ucrania.
Hungría va a recibir miles de millones de dólares en subvenciones en el marco del fondo de respuesta COVID de la Unión Europea, pero Bruselas aún no ha liberado los fondos debido a la preocupación por las normas democráticas y la corrupción.
«Sólo quiero poder llevar una vida normal, no tener que pellizcar los céntimos a final de mes… eso no es sostenible», dijo un manifestante en la concentración de Hungría.
Aunque las protestas ponen de manifiesto que la gente está enfadada por la actual situación económica del país, la relativamente baja participación muestra que el sentimiento antigubernamental no existe ni siquiera en Budapest, donde la alianza de la oposición tuvo el mayor apoyo en las elecciones de abril.
La protesta del sábado fue convocada por el líder conservador independiente Peter Marki-Zay, que fue el primer contrincante serio de la oposición al liderazgo de Orban en las elecciones de abril.
Orban, un primer ministro nacionalista, es uno de los líderes más veteranos de Europa. Se ha convertido en un firme partidario de las políticas antiinmigración y en un opositor a las duras sanciones energéticas contra Moscú.